A pesar de que el reporte del organismo politécnico está fechado el 12 de julio de 2012, la Sección XXII de maestros no realizó cambio alguno, el gobierno del panista --perredista-- obradorista Gabino Cué Monteagudo puso su firma y lo sostiene a pesar de que contradice la Constitución federal y la Sección XIV de Guerrero lo adoptó con los mismos errores.

En este contexto, sería muy importante que los congresos locales dominados por el PRD revisaran el reporte del Cinvestav para saber las fallas del PTEO antes de que lo aprueben y lleven a esos poderes legislativos estatales a un conflicto de separatismo republicano y constitucional.

El reporte del Cinvestav --una copia está en poder de Indicador Político-- consta de 29 páginas, con todo y bibliografía. El texto está redactado con comedimiento, sin confrontaciones, basados sólo en la técnica educativa, aunque señala con claridad que el documento sólo reforzaría a la Sección XXII y no a la educación estatal. El PTEO fue redactado por la XXII, el gobierno de Cué y el superasesor educativo Alfredo de la Rosa Chávez --un ex priísta del grupo de Marcelo Ebrard-- y revisado por cuatro especialistas del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav del IPN.

La principal conclusión del estudio en realidad no rechazó el PTEO sino que lo analizó profundamente y por eso estableció su mejor sugerencia: “nos interesa colaborar para que un documento que representa los loables esfuerzos antes señalados no se someta a la aprobación de la SEP (Secretaría de Educación Pública)”. En su estado actual, el documento presentaba “deficiencias” tales “como redacción, extensión del documento, repeticiones, dogmatismos, falta de precisión en algunos aspectos, estructura compleja del mismo, propuestas de estructuras que aumentan la burocracia y ausencias temáticas fundamentales como la curricular, entre otras, que EXPONEN EL DOCUMENTO A UNA VALIRACIÓN NEGATIVA (mayúsculas en el original del texto del Cinvestav) por asuntos posibles de remontar”.

Además de omitir la participación de otros “importantes actores sociales”, el “PTEO es un documento muy largo, desordenado y repetitivo” que inclusive podría ser incomprendido por los propios maestros en lucha. Con cuidado, los especialistas del Centro del IPN hacen una crítica directa a los estilos de la protesta magisterial en Oaxaca:

“Los problemas que enfrenta la educación básica en el estado de Oaxaca son parte de la situación que atraviesa la educación pública nacional agravada en las dos últimas administraciones federales (del PAN). Sin embargo, es conveniente reconocer que parte de esos problemas responden también a prácticas inconvenientes que se han generado localmente y que no contribuyen a una educación de calidad. Nos referimos a prácticas como el ausentismo docente y el débil o inexistente apoyo de los supervisores escolares al trabajo pedagógico”. Por ello, los especialistas del IPN piden que en el PTEO haya “un reconocimiento de las prácticas inadecuadas que han tenido lugar en escuelas de muchas regiones del estado”.

Los investigadores del IPN localizan el centro principal de concepción del PTEO: el problema curricular. Señalan una contradicción: el PTEO detalle con precisión y propone un organismo ad hoc para el sistema de evaluación educativa, pero “no presenta” lineamientos curriculares concretos ni orientaciones pedagógicas. “No puede anteponerse la evaluación a la propuesta pedagógica, sin riesgo de que se profundice la dañina tendencia ya existente de “enseñar para pasar las pruebas” y se antepongan los medios a los fines. Esto es, en el PTEO se afinan los criterios de evaluación pero no se tiene el contenido a evaluar”.

Los especialistas del Cinvestav-IPN resumen en once puntos su evaluación del PTEO, entre los cuales destacan los errores más importantes que demeritan la propuesta de los maestros de la CNTE en Oaxaca:

--Reconocer la diversidad porque Oaxaca no es totalmente indígena. Por tanto, se debe dividir en estado en unidades territoriales-administrativas.

--El PTEO propone “planteamientos generales que no se mantienen cuando se concretan las propuestas”.

--Aunque el PTEO le otorga fuerzas a “los colectivos docentes”, la forma de concretar propuestas “pueden conducir más bien a un reforzamiento de la autoridad sindical”.

--Evitar que el manejo de los recursos quede en manos de los maestros; el gobierno estatal debe participar en la toma de decisiones.

--Finalmente, “consideramos conveniente que el documento (el PTEO) sea más sintético, menos repetitivo e ideologizado”.

El documento de comentarios del Cinvestav-IPN ahonda deja en claro que el PTEO requiere correcciones de técnica educativa y revela que tal cual sólo beneficiaría a la dirigencia sindical. Sin embargo, la Sección XXII de Oaxaca se ha negado a aceptar críticas y el pasado fin de semana presentó otro pliego petitorio al gobierno del estado para aprobar el PTEO sin cambios. Y en Guerrero, la Sección XIV pasó a la violencia política y social para que el congreso local apruebe el PTEG sin discusiones racionales, políticas y de técnica educativa.

Ante el problema de conflicto social de la XXII, el gobernador Cué se reunió el sábado con los líderes y les dijo: “reconocemos a los maestros y maestras como columna vertebral de la administración estatal”; y agregó: “queremos reconocer la madurez, el sentido de responsabilidad y la actitud razonada de la Sección 22 del SNTE”, luego de plantones en puertas de negocios privados para impedir actividades y con ello obligar al gobierno estatal a aceptar las condiciones sindicales. Por lo pronto, el gobernador Cué se comprometió con la XXII a aprobar leyes secundarias que reconozcan el PTEO, aunque no se apruebe en el Congreso local.